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martes, 15 de mayo de 2012

La historia de Neku (4)

Aquí viene el cuarto capítulo.


Capítulo 4: Tumba Helada


Hace…mucho…frio…-Pensó Neku.

Intentó abrir los ojos en un inútil intento, intentó moverse pero resultaba imposible.

¿Dónde estoy?-Pensaba-¿Cómo he llegado aquí?

De pronto, rayo de luz se filtró e iluminó la prisión donde se encontraba, esta, estaba recubierta por una gruesa capa de hielo y esta ocupaba toda la celda alrededor de Neku, una cara conocida asomó.

¿Ya estás despierto?-Dijo Fa’meni.

Neku intentó hablar, en vano.

Ah, que no puedes hablar… mejor, así no escucharé tus súplicas de camino a la prisión.

Neku gruñó débilmente y la oscuridad volvió a sumirlo.


. . .

Zack se sacudió la guerrera, estaba llena de una mezcla entre polvo y sangre.

¿Dónde estará Neku…? –se preguntó al tiempo que buscaba con la mirada alguna cara conocida.

Cogió su mandoble y fue sigilosamente por el camino ya destrozado y derrumbado… al cabo de apenas unos minutos, un débil gemido salió de entre los escombros.

¿Quién es? –Dijo Zack aferrándose a su fiel espada

Una roca se desprendió, dejando ver a Vik bajo un montón de cuerpos de soldados de Vaj’Rak.

¿Me echas una mano o tengo que lidiar solo? –dijo apartando varias rocas y cuerpos.

Arréglatelas… ¿por donde se fue Neku?

Por… uhm…eh…-Dijo Vik buscando la obertura.

… no me digas… que no lo sabes…- Dijo Zack, al borde del holocausto.
 Saberlo lo sé… pero estará sepultado. –Dijo Vik intentando sonreír en un intento fútil de calmar las cosas.
. . .


Jess abrió los ojos, no recordaba casi nada de lo sucedido… le dolía el cuerpo por los numerosos tajos y las numerosas flechas que este había sufrido.

Debería pedir un plus por esto… -dijo mientras reía débilmente.

Giró la cabeza para buscar algún indicio de Zack, Vik o Neku, pero no encontraba nada.

¿Cómo estarán esos zoquetes…? –Dijo cayendo pesadamente a tierra.

Suspiró y volvió a intentar incorporarse inútilmente.

Cerró los ojos, angustiada por el dolor esperando su inminente final.

. . .

Falta poco para llegar a la prisión, espero que disfrutes del encarcelamiento. –Dijo Fa’meni casi riendo.

Neku abrió los ojos y, sorprendentemente, podía hablar.

Has cambiado, amiga mía… ahora eres del tipo de gente que quería exterminar.

La vida da muchos cambios… -Dijo aún con una sonrisa en la cara

Los guardias se miraron entre ellos… no sabían de lo que hablaban… del bosque ya casi no quedaba rastro y las murallas de la ciudad empezaban a cubrir el horizonte.

Algo se escuchó debajo de la sábana que cubría la jaula, esta empezó a temblar con cada vez más fuerza.

Los guardias se miraron alarmados y miraron a Fa’meni a la espera de ordenes.

Sabía que habían historias sobre lo que portaba dentro pero…

¿Qué pasa, señora? –Dijo un guardia

¡Corred! –ladró, pero era tarde.

Una garra agarró la cara de un guardia, metió una uña en cada cuenca ocular y apretó, partiendo la parte delantera del cráneo, una espada cortó en tres a otro guardia, otro intentó correr, perouna cola le cogió del torso y empezó a asfixiarle, antes de que el guardia se quedase sin aire, la cola lo partió en dos, el ultimo intentó huir cubriéndose con el escudo pero de nada sirvió, unos tentáculos lo aferraron por los pies y lo arrastraron a la jaula, la cual se rompió cuando el guardia estaba justo al lado, haciendo que este quedase sepultado por barrotes y la base.

Neku estaba de perfil mirando al guardia sepultado con una macabra sonrisa en su cara.

Ehh…. ¿Neku…? –Dijo ligeramente atemorizada Fa’meni.

Neku e puso de cara a Fa’meni, la mitad de su cuerpo era el suyo, pero la otra mitad era una grotesca abominación.

Esa mitad era de un rojo carmesí, en vez de mano llevaba una especie de garra con 3 dedos y lo que era el hombro era una guja gigante, la cara era de tal asquerosidad que era indescriptible, recordaba a un Takkur regurgitado en la boca de un Kargro, y llevaba una armadura tan tenebrosa que te daban ganas de rogar por tu vida ahí mismo.

Fa’meni retrocedió y Neku (o lo que queda del pobre) hizo un gesto con la garra, la cual se transformó en una espada tan grande como el cuerpo de Fa’meni, sonrió y se abalanzó sobre ella.

¡Neku, para! –rogaba Fa’meni.

Pero Neku continuaba su brutal ataque, saltaba, cortaba, volteaba, rodaba, se teletransportaba… no había tregua para Fa’meni , en un momento, Fa’meni ya sentía en su cuerpo el cansancio de varias batallas, en un instante después de esquivar un tajo, cayó al suelo y Neku apareció delante de ella.

Si quieres matarme… hazlo ya… -Dijo agotada.

Neku alzó la “espada” y se propuso a abatirla, cuando de pronto una barrera mágica cubrió a Fa’meni e hizo que Neku retrocediese.

¿Y tú eres la mejor maga de la Corte de la Ventisca? –rió la voz melodiosa


Neku se agarró la cabeza y buscó la voz.

Ya sabía yo que el joven tenía algo cautivador…  pero no sabía que tratase así a las mujeres…  -Rió de nuevo la voz y salió del escondite, era Catherine.

Me llamo Catherine…-Dijo al tiempo que bloqueaba una estocada de Neku.

Fa’meni la miró fascinada y escuchó algo en dirección a la ciudad.

Venían soldados, una legión dedujo Fa’meni.

Esta se levantó y salió corriendo hacia el pueblo.

¡Eh! ¿A dónde crees que vas dejándome aquí con el chalado este? –Dijo Cath al tiempo que desviaba un golpe de Neku.

¡Os haré un último favor! –Dijo al tiempo que canalizaba un gran hechizo, la tierra temblaba y los soldados titubearon un momento, pero al poco volvieron a la carga.

. . .
Vik levantó a Jess cuando llegaron al claro.

¿Estás bien? –Dijo Vik al tiempo que vigilaba.

Me siento como si hubiese estado en una pelea de taberna… -Dijo mientras intentaba reir.

Zack les miró y volvió a cuidar a Eara, la cual tenía heridas muy graves.

Venga pequeña, ya falta poco –Dijo mientras untaba algo a la dragona.

El suelo tembló.

¡¿Qué es eso?! –Gritó Vik a Zack

Zack quedó conmocionado, toda Vaj’Rak estaba siendo atrapada por un bloque de hielo.

¡Que me digas que es! –Dijo Vik al tiempo que se situaba a su lado.

Los dos quedaron patidifusos ante tal espectáculo de una belleza y horror incomprensible.

De pronto su atención se vio desviada cuando localizaron una figura roja peleando contra algo parecido a una pulga blanca.

¿Qué es eso?- Preguntó Vik

El causante de todo seguro –Dijo Zack al tiempo que se subía a Eara, Vik hizo lo propio.

Jess, descansa, volveremos en poco tiempo –Dijo Vik mientras se despedía y volaban hacia allí.


. . .

Neku golpeó a Cath en el brazo lo que le hizo perder el equilibrio y aumentar la velocidad de Neku, este, rió como un poseso, cada vez desaparecía más su cuerpo y era reemplazado por la masa grotesca.

Neku alzó la “espada” para acabar con Cath, la cual no respondia.


Zack desvió el golpe e hizo que se cortara el mismo con su arma.

¡Vamos demo…! ¿Neku? –Dijo Zack reincorporándose.

Neku sonrió y le dio un profundo tajo en el pecho, cuando este volvió a alzar su espada Eara le sacudió con su cola mandándolo lejos.

Zack abrió los ojos como platos y vió a Vik en Eara, a lo que le preguntó…

¿Cómo no ha visto a Eara si es más grande que él y que los arboles? –Dijo Zack extrañado.

A mí no me preguntes, solo te he salvado. –Dijo al tiempo que sonreía.






















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