Capítulo 3: Escapada.
Varios guardias fueron donde
surgió el temblor… cuando lo vieron salieron corriendo hacia atrás y una
llamarada los carbonizó… ¿Qué era esa cosa? Preguntaba Neku… de pronto… algo se
asomó por la celda.
Apenas se veía por sus grandes
dimensiones… su cara escamada y sus enormes fauces lo identificaban.
Era un dragón.
Neku intentó soltarse pero solo
consiguió atraer al dragón… este abrió sus fauces y una luz tenue de veía en su
garganta…. Estaba preparando su infernal aliento ígneo… Neku cerró los ojos, esperando
al final… pero de pronto una flecha pasó entre el hueco que daba al exterior,
pero era demasiado pequeño para una persona…e incluso un gnomo.
El dragón rugió y dirigió la
llamarada a donde la flecha, agujereando la zona.
Neku abrió los ojos… las
cadenas de arriba se habían fundido… podía mover las manos.
Vik apareció de la nada y
rompió las otras cadenas, preparándose para pelear contra la bestia… Jess se
quedó tras el agujero para tener protección, Neku se levantó y cogió las
cadenas para pelear.
Mejor utiliza esto- Dijo Vik y
le pasó las espadas a Neku
El dragón abrió sus fauces pero
justo cuando iba a atacar un grito le hizo callar…
¡NO’FAR KALEV!-Dijo una voz
misteriosa.
De detrás del dragón, apareció
un joven de no más de 20 años, llevaba un pelo alborotado, como el de Neku,
solo que el suyo era negro y el de Neku rubio. El joven tenía una espada más
grande que su cuerpo y tan ancha como la pata del dragón. Su ropa, en cambio
era negra y una hombrera claveteada adornaba su hombro.
Vik se preparó para luchar al
tiempo que Jess preparaba una flecha, Neku, en cambio, miraba emocionado al
joven.
¡¿Zack?! –Dijo efusivo Neku
Bien, me reconoces…. Ahora
marchémonos, Eara no soporta espacios cerrados –Dijo con una atenta mirada
Zack.
¿Quién es Eara? –preguntó Vik
Su pareja, seguro. –dijo Jess
O puede que el dragón que casi
os mata- Afirmó Neku con una risa.
Los habitantes del pueblo
estarán al caer… no podemos dejar que Neku caiga en sus manos, si…- Se calló…
una muchedumbre furiosa se acercaba.
Mierda, apenas hay tiempo –Dijo
Zack con una mueca de enfado.
Zack le dio unas palmadas a
Eara, y, rápidamente, alzó el vuelo, llevándose el techo de la prisión. Los
ciudadanos de Vaj’Rak , miraron asustados al dragón.
¡CORRED, LA LEYENDA ERA CIERTA!
–Gritó un ciudadano
¡Salvad a los niños! –Gritó la
señora del puesto de frutas.
Neku se puso la ropa y suspiró…
salieron a toda prisa pero varios guardias les bloquearon.
¡Alto, el prisionero no
escapará! –Dijo el más fuerte
Los demás guardias titubearon
un instante antes de ver que eran más, la multitud hace la fuera, pensaron.
En un instante Neku sacó sus
espadas y se preparó, pero Zack se puso en medio.
Me ocuparé de ellos, vosotros
salid por la salida trasera.
Zack desenfundó su mandoble y
empezó a pelear, pese a que eran más no se rendían.
Neku, Jess y Vik corrían como
alma que lleva el diablo, pero no pasó mucho para que cuando llegasen a la
salida, había más guardias que en la otra puerta, Neku sacó sus espadas
preparado para luchar, pero esta vez Vik se puso en medio.
Yo me ocupo de estos palurdos-
Dijo sin mucha confianza.
Vik desapareció y un guardia
falleció, de repente Vik surgió de entre las sombras y mataba a los guardias a
diestro y siniestro.
Jess cogió a Neku y lo llevó
por una pequeña obertura, siguieron corriendo hasta las murallas de la ciudad,
en la cual les esperaba media docena de guardias y una docena de arqueros.
Déjame adivinar… ahora me apartarás y te pondrás a luchar…
-Dijo Neku con un suspiro profundo.
Jess rió y asintió, lanzando
una salva de flechas a los guardias, eliminándolos a todos menos a uno, el cual
quedó sepultado por los demás, Neku aprovechó y salió corriendo…
Horas después llegó al Claro
del Faraverl.
Agh…- Jadeó Neku, agotado…
A lo lejos, vió un lago y pensó
en dar un trago… se acercó lentamente y una dulce voz le atraía aún más que el
agua pura y cristalina, siguió y una figura se estaba bañando en el lago, Neku,
aún sonrojado se apartó, pero parecía que la bella figura le había visto, esta
se acercó a donde estaba Neku y con una bella sonrisa le dijo.
¿Por qué te escondes? –Dijo con
una voz melodiosa.
Neku no respondió, tan solo se
desplazó al árbol más cercano y trepó hasta la copa, dispuesto a dormir y
olvidarse de todo esto.
Vaya, eres callado….- Dijo
entre risas la mujer- Me llamo Catherine… pero me llaman Cath…¿y tu eres?
Neku no respondió.
Uhm…no eres de Hargen… ¿eres
nuevo por la zona?
Neku aún seguía callado.
Vale, vale… eres algo
desagradable…
Pero Neku, aún debajo de su
bufanda de piel, seguía ruborizado y esperando que se fuera… una vez lo hizo
suspiró y bajó para beber algo… se miró el reflejo del agua y suspiró de nuevo,
miró con una mirada triste y cogió algo de agua, a la que rápidamente le dio un
trago… Neku suspiraba y justo cuando iba a levantarse, algo lo tiró al agua,
el, pensando que podía ser un enemigo, nada más caer desenfundó a sus fieles
Vakar y Nagarth preparado para pelear, pero solo escuchó la bella risa de
antes.
Bien… no te dejaré salir hasta
que no me digas tu nombre- Dijo mientras se arreglaba su largo y bello pelo
negro como la pluma de un cuervo.
Neku…. Me llamo Neku… -Dijo con
ganas de salir del agua…
¿Neku qué más? –Dijo atusándose
el vestido
No tengo más… solo sé que me
llamo Neku y nada más.
Bueno… te perdono… adiós, Neku
–Dijo mientras reía y desaparecía en la espesura.
Neku salió del agua y
estornudó, subió al árbol de antes y cerró los ojos con ganas de dormir… estaba
agotado y por primera vez… quería volver con sus compañeros de viaje, suspiró y
se durmió aún con sus nombres en sus labios.
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